Arte de la guerra en la paz

La Fundación Isabel Frontela, situada en la calle palentina de La Bondad, presenta una exposición singular, organizada por la Asociación Cultural Arte Militar, que se constituyó en septiembre de 2011 con el objetivo de desarrollar la historia militar, con un primer esfuerzo centrado en la pintura como expresión visual de la historia y de las armas, según explica en sus propias informaciones.

Arte Militar tiene una vertiente palentina en el conocido pintor Antonio Capel, que figura entre los integrantes del grupo. Capel y Marian López constituyen la presencia local en esta exposición colectiva que reúne también obras de José Ferre Clauzel (París, 1963), Jesús Hilera (Bilbao, 1979), Marco Ortolan (Buenos Aires, 1973) y Ernest Descals (Manresa, 1956). En la página web del grupo figuran otros dos nombres: Mor Olazábal (Vitoria, 1977) y José D. Cabrera Peña (Granada, 1978).

La exposición de la Fundación Isabel Frontela, que permanecerá abierta hasta el 30 de noviembre, permite contemplar una serie de obras que sirven como reconocimiento y homenaje al mundo militar. En estos cuadros, se pone de manifiesto la estética militar, con sus trajes, sus rostros, sus batallas, sus complementos, sus personajes Toda una ideología de guerra y de paz, de historia y de leyenda, en unos cuadros generalmente descriptivos de la realidad militar.

Resulta sorprendente que el único pintor que se sale de este cliché sea el palentino Capel, que ha pintado dos cuadros que dan pie a interpretaciones subjetivas, dentro del estilo figurativo y realista que cultiva. 'Las historias que se rompen' es el más atrevido. Un bodegón de objetos antiguos nada que no sea conocido en él no resta protagonismo a la cruz esvástica utilizada en la Alemania nazi, en una reinterpretación de la ruptura que supuso este sangriento régimen. El segundo cuadro, 'Adiós a las armas', resulta un alegato pacifista del militar que cuelga el uniforme.

Marian López se remonta a la historia en sus dos cuadros y busca en los templarios mediavales valores universales del militar, como el honor, el valor o la sumisión.

El francés José Ferre Clauzel aboga por la pintura histórica al más puro estilo decimonónico en óleos como 'Carga de Jaruco', que recrea la batalla del 19 de febrero de 1896 en la provincia de La Habana (Cuba), y 'Luz de bosques de Pavía', que escenifica a dos jinetes del Regimiento de Húsares de Pavía con uniforme de gala. Junto a estos dos cuadros narrativos, Ferre Clauzel expone otros óleos de militares individuales que ilustran diferentes cuerpos del Ejército español, ejecutados con una buena técnica.

Por su parte, Jesús Hilera muestra detalles de militares en acción, como ocurre en 'La fiel infantería' 'Trinchera' o 'Tierra y libertad', entre otros lienzos expuestos, mientras que Marco Ortolan refleja también tipos de militares que han protagonizado la historia del Ejército, con personajes españoles y americanos, con un guiño a la pintura descriptiva con 'El Cristo de la Buena Muerte', que los legionarios portan en Semana Santa con mucho orgullo y manifiesta devoción.

Por último, Ernest Descals se presenta como el más atrevido técnicamente con acuarelas y guaches que ofrecen una visión distinta desde el punto de vista técnico y estilístico y una perspectiva exótica, en donde los militares que refleja se encuentran en el frente del Este dentro de la División Azul, por ejemplo.