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LIBROS

«Huyo del barroquismo típico de la literatura latinoamericana»

El escritor y poeta colombiano Armando Romero aborda las relaciones multiculturales entre blancos, negros, aventureros y colonos en 'Cajambre'

ALFREDO J. GÓMEZ

Viernes, 9 de noviembre 2012, 20:10

Huyendo del barroquismo tradicional que inunda las creaciones literarias de muchos escritores latinoamericanos, Armando Romero se adentra con 'Cajambre' (Editorial Difácil) en la peligrosa selva colombiana, las relaciones entre blancos y negros, los colonos y los trabajadores, casi esclavos, con sus fuertes raíces africanas presentes, el amor y la poesía en medio de torrenciales ríos de sentimientos. En ese multicolor escenario, punto de encuentro y contraste de culturas como la española y europea, junto a la colombiana y afroamericana, el autor se decanta por una novela de suspense, en los márgenes del humor y la tragedia, que permite ver el mundo social, cultural y político en el que se desenvuelve.

¿Existe en realidad ese lugar llamado Cajambre que se refleja en su novela?

Muchos pensaban que Cajambre era un nombre inventado como Macondo. Hay un río y una zona que se llama Cajambre, pero es desconocido para los colombianos. Nadie en Colombia o poca gente sabe que Cajambre existe, pero es inexistente para los colombianos.

¿No ha dejado nada para su imaginación?

El lector puede entrar, es un viaje a algo que existe. No hay nada que resulte de mi imaginación. No hay mariposas amarillas que salgan volando, ni Mauricio Babilonia, ni mujeres que se van a cielo.

Parece que no hay nada que le vincule con otros escritores colombianos.

Cero García Márquez, no tengo nada que ver con él. Lo estimo como persona y como escritor, pero yo no tengo nada que ver con ese mundo.

¿Se aleja de esa forma de escribir que ha causado un 'boom' en las letras?

Traté de evitar el barroquismo típico latinoamericano. Si haces una novela sobre la selva, entonces tienes que escribir como Lezama Lima o Carpentier. Yo trabajé con la anécdota pura, en la novela no hay ningún momento en el que pare la acción, siempre ha acción, siempre está funcionando. Estoy más cerca de Hemingway que de Lezama Lima o García Márquez, en ese sentido.

¿Qué tiene de poético 'Cajambre'?

Lo poético está en que el lector, cuando termina la novela, tiene un cuadro muy claro de una zona que nunca se imaginó que podía existir, porque es más desconocida que cualquier parte de África. Incluso para los colombianos es una zona desconocida, porque es muy peligrosa, la más peligrosa del mundo. Incluso, durante un tiempo era una zona de entrenamiento de los astronautas para saber sobrevivir.

¿Ha querido reflejar el cruce de culturas en un zona como la selva colombiana?

Todo elemento que hay allí está investigado para poder reflejar toda la cultura afroamericana que se desarrolla y que pueda ser corroborado. Puede considerarse como una novela que es un testimonio de lo que es aquella región, aunque sin ser testimonial. La historia existió, pero yo no estoy inventando la cultura.

¿Las relaciones amorosas toman un papel determinante?

La mujer que muere supuestamente la mata el colono blanco, un suizo blanco, que está enamorado de ella. Pero Ruperta es una mujer muy bella y tiene relaciones también con otros tipos. Se establece esa especie de encuentro entre blancos y negros enamorados de ella. Pero, a la vez, el narrador tiene una aventura amorosa con una muchacha, una especie de descubrimiento del amor, porque son dos chicos jóvenes.

¿Cómo se puede catalogar 'Cajambre'?

Son todas relaciones que se entrecruzan y al final para muchos es una novela de amor, para otros de aventuras y para un amigo mío, poeta italiano, significa la nostalgia de la región de Cajambre, que ni siquiera conoce.

Usted, evidentemente, ya conocía la zona.

Conocí Cajambre porque mis tíos vivieron allí durante varios años y en una de esas visitas, una hermosa mujer negra fue asesinada y entonces nació la obra. Sin embargo, cuando terminé 'Cajambre' me di cuenta de que no era una novela sobre mi familia, sino que me había salido esa parte negra, que ellos mismos son negros.

¿Blancos y negros comparten al final un mismo color?

Es toda una reflexión de la interacción entre razas. Los pobladores llaman 'paisas' a los blancos. Las personas que son mestizas se les llaman 'culimochos', que es un término despectivo. La gente que se queda en Cajambre pierde la frontera y el blanco se vuelve culturalmente negro.

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