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JORGE MORENO
Sábado, 27 de octubre 2012, 21:52
Un grupo de militares de la Agrupación de Apoyo Logístico (Aalog 61) y del Grupo de Reconocimiento de Caballería (Greco), con sede en la Base El Empecinado de Cabezón de Pisuerga, partieron ayer al mediodía con destino a Afganistán para relevar a sus compañeros destinados en ese país en misión internacional.
La despedida de los 75 miembros de este primer contingente se hizo en el cuartel de la Rubia, en presencia del coronel Guillermo Fernández, jefe de la Aalog, quien destacó su preparación durante seis meses, al tiempo que les advirtió que no se confiasen. «Estar siempre alerta. Habrá momentos de baja y otros en los que tendréis que echar un capote a vuestro compañero de al lado», dijo.
Al mando de este primer grupo que partió este sábado por la tarde desde Madrid en un vuelo de Air Europa, está el teniente coronel Ramón Blanco, su tercera misión en este país asiático «donde es cierto que la insurgencia ha cobrado más fuerza desde el año 2002».
Los militares llegarán este domingo a Kabul para trasladarse luego a la base de Qala-i-Nao, capital de Badghis, al norte del país y cerca de la frontera con Irán. La salida de España de los 188 miembros de la Aalog 61 y del Grupo de Caballería se realizará por fases hasta el próximo 16 de noviembre. Según indicaron fuentes del Ministerio de Defensa, el regreso de la mayoría de los 1.500 soldados españoles se hará a lo largo del año 2013.
Mientras tanto, y hasta el mes de mayo, fecha prevista para la vuelta de este contingente vallisoletano, los militares harán labores de mantenimiento y apoyo logístico, reconstrucción y asistencia a la población afgana. Por su parte, los miembros del Greco, dirigidos por el teniente coronel Bustamante, sí efectuarán funciones de reconocimiento acompañando a unidades del ejército afgano.
Al modesto acto de despedida en el cuartel del paseo de Zorrilla acudieron madres y padres, novias y compañeros de los militares, que compartirán misión con fuerzas de Estados Unidos. Parte de la unidad logística está también desplegada en Herat desde hace ya una década de presencia española en ese país.
Durante su estancia, los soldados disponen de sistemas de comunicación diarios con sus familias en España, así como locutorios gratuitos de Internet y reparto de paquetería.
En los seis meses de adiestramiento, realizados en Valladolid, Zaragoza y Asturias, los soldados han podido conocer cómo se encuentra la insurgencia talibán, su métodos de ataque, así como la evaluación sobre los cambios de meterológicos. El comandante Alfredo Esteban, del Grupo de Reconocimiento de Caballería, la unidad de élite de combate más joven del Ejército de Tierra, explicó «los vehículos para patrullar disponen de medios modernos para prevenir minas así como inhibidores electrónicos para explosivos».
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