Despedida junto al pico del roble

Despidieron el verano y sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Campo con la tradicional comida campestre en la era situada en las proximidades del pico Pillallo o del roble. Numerosas familias se dieron cita en este encuentro festivo, en el que disfrutaron de los productos gastronómicos de la tierra. Gracias a un grupo de voluntarios y por gentileza de la junta vecinal, los valdecañeses degustaron distintos productos asados a la parrilla, como panceta, cordero, chorizos y salchichas.

También hubo postres y otras viandas para todos los asistentes. «Esta comida es el broche de oro del verano y de las fiestas y muchos valdecañeses se despiden de su pueblo hasta el próximo año. Es importante mantener este tipo de actos que sirven para estrechar lazos de unión entre todos los vecinos», destacó Donaciano Sardón Carazo, concejal valdecañés en el Ayuntamiento de Baltanás y voluntario en la organización de la comida.

Las fiestas patronales han contado también con diversos campeonatos de juegos de mesa y autóctonos, con gran participación de los vecinos. Los valdecañeses también han disfrutado del concurso de disfraces, del espectáculo de magia y humor a cargo del mago Toño, del concierto ofrecido por la Banda de Música Comarcal de la Asociación Cultural Juvenil Baltanasiega, de castillos hinchables para los más pequeños, música cubana, bingos y verbenas, entre otros actos.

Una de las citas más típicas de estos días es la tradicional chocolatada en el Pico Pillallo al comienzo de las fiestas patronales, que este año se ha repetido durante el fin de semana con el fin de que todos pudieran disfrutarla.

El programa festivo fue organizado por el Ayuntamiento de Valdecañas de Cerrato en colaboración con las dos peñas de la localidad, El Bodegón y El Botijo. También colaboró la Asociación de la Virgen de Nuestra Señora del Campo, patrocinando el espectáculo de magia y humor.

Los valdecañeses han vivido unos días festivos en los que se vistieron de gala para honrar a la Virgen de Campo y estrechar lazos de unión.

La tradicional comida campestre sirvió de marco para acoger las despedidas de numerosos vecinos que mostraron su satisfacción por las fiestas y sus deseos de encontrarse nuevamente el año que viene.