Valdesalce, al son del baile

Torquemada vivió ayer, viernes, la multitudinaria romería en la Virgen de Valdesalce. Desde primeras horas de la mañana, un buen grupo de personas realizaron ayer el llamado 'acompañamiento de la Virgen' en su traslado desde la iglesia hasta la ermita de Valdesalce de Torquemada. Un tiempo favorable animó a un gran número de personas, que fueron llenando de vehículos los aparcamientos, hasta el punto de que la Guardia Civil tuvo que indicar que se dejaran libres los caminos por donde discurre la procesión.

El templo se quedó pequeño para acoger a los que quisieron acceder al interior para asistir a los oficios religiosos, por lo que el patio de acceso también se llenó. La romería de la Virgen de Valdesalce viene a confirmar cada año por estas fechas la devoción de unos y la curiosidad de otros por disfrutar de un día de campo y compartir una jornada con vecinos y foráneos de las localidades limítrofes. La misa fue oficiada por el obispo, Esteban Escudero, y varios sacerdotes.

Una vez finalizados los actos religiosos, la devoción mariana se desbordó, y un buen número de fieles trataron de tocar la imagen de la Virgen, o por lo menos las 'andillas' que la portan, y el agolpamiento que se formó alrededor de la imagen fue impresionante.

Con los acordes de la dulzaina y tamboril, se inició el recorrido de la procesión por los aledaños de la ermita. Los danzantes acompañaron durante todo el trayecto a la imagen, bailando y realizando constantes paradas. La devoción de los fieles se evidenció con el acompañamiento con cantos marianos.

Acercarse a la Virgen

Una vez finalizados los actos religiosos, fue constante el ir y venir de los fieles al templo para besar, tocar y acercarse a la Virgen.

La actividad continuó en la pradera con la comida campestre, donde las familias, amigos y grupos heterogéneos se reunieron para compartir las viandas, en un almuerzo que se prolongó hasta bien entrada la tarde.

El resto de actividades que complementó la jornada fueron unas actuaciones musicales y una carrera de burros, animales estos que algunos chavales casi desconocían. La fiesta concluyó con las primeras sombras del anochecer, que lograron que poco a poco el enorme gentío asistente retornara a los lugares de origen.

La tradición de danzar en la procesión de Valdesalce data de muy antiguo. Los mayores de la localidad hablan de más de cien años. Valentín Santamaría, el actual birria, lleva más de once años realizando este cometido, y recuerda que el paso del traje de danzante y zapatillas se las traspasó a él Alonso, y este lo recibió de Mariano.

Los danzantes tienen futuro en Torquemada, ya que comienza a bailar las danzas algunos chavales de corta edad.