Que el presidente pague el avión

El teatro de Castilla y León alcanza ya tales niveles de indigencia que a algunos, agotados los fondos de resistencia ya la imaginación, solo les queda 'disparar' a lo más alto para tratar de seguir haciendo su trabajo. La compañía vallisoletana La Quimera de Plástico le ha pedido al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que les ayude a costear los 2.200 euros que necesitan para llevar al prestigioso Festival del Monólogo Latinoamericano de Cienfuegos (Cuba) su versión de 'Mujeres', un texto que escribieran a cuatro manos el premio Nobel italiano Dario Fo y su mujer Franca Rame.

El festival cubano seleccionó el trabajo de la veterana compañía vallisoletana (más de 25 años en los escenarios) como único representante español y tras un proceso de selección entre otras 35 propuestas. En la cita habrá grupos de otros doce países. Pero, si hay un país que conoce bien las restricciones es la isla caribeña. El festival cienfueguino ha visto reducidos sus presupuestos en un 50% y solo cubren los gastos de estancia. «Hemos llamado a todas las puertas y tratado de que la Consejería de Cultura nos ayudara pero no existen ahora ayudas al teatro», lamenta el director de La Quimera, Tomás Martín.

'Mujeres', un monólogo, solo exige el desplazamiento de dos personas, además del atrezo. En su presupuesto apenas necesitarían 2.200 euros para cubrir salarios, seguros, facturación del equipo y un billete de avión. La cantidad, casi ridícula en otros tiempos en los que no se miraban los números, es similar al coste de una actuación en la Red de Teatros de Castilla y León. Ahora se convierte en un obstáculo tan grande como el océano que hay que atravesar. Así que estos profesionales han comenzado una carrera contra el tiempo para intentar confirmar a los organizadores, antes del 22 de mayo, que pueden viajar. Tras enviar una carta al director general de Políticas Culturales, en la que están dispuestos a renunciar a «una posible futura ayuda», si les adelantan estos fondos, han decidido que también llegue al jefe del Ejecutivo regional. «Es nuestra última carta», admite Martín.