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La propietaria y una empleada del centro canino Fanycan, con los perros que cuidan. / J. Ruiz
Gebocyl adeuda 18.000 euros al centro que cuida de sus perros
PALENCIA

Gebocyl adeuda 18.000 euros al centro que cuida de sus perros

El grupo especial de bomberos de Castilla y León pasa por dificultades económicas

RICARDO S. RICO

Viernes, 16 de marzo 2012, 22:58

El centro para perros Fanycan, ubicado en el camino de los Hoyos de la capital palentina, se ha hartado de pedir al Grupo de Especialistas Bomberos de Castilla y León (Gebocyl) que haga frente a la deuda derivada del cuidado de los perros de rescate que la unidad tiene en sus instalaciones. Y es que son ya 18.000 euros los que Gebocyl adeuda a Fanycan por la atención que presta a los animales, y solo ha habido promesas incumplidas de pago. Al menos hasta el momento. Pero el gasto que genera el cuidado de los perros de Gebocyl crece mes a mes, y el centro canino no puede hacer frente a ese agujero cada vez mayor. Lo han intentado por las buenas, pero parece que el caso está abocado a los tribunales.

«Paco Rivas, que es el presidente de Gebocyl, me ha dicho que se va a llevar todos los perros, y que me va a pagar, aunque sea de su bolsillo», afirma Estefanía Ibáñez, dueña del centro canino, que amenaza con una demanda si no se pone solución al problema. «Nos hemos puesto en contacto con Gebocyl y nos dicen que es cosa de Paco Rivas, les hemos pedido que nos den una dirección para mandarles un burofax, pero se niegan; les hemos pedido que nos firmen un reconocimiento de la deuda, pero no quieren. Claro que me importa el dinero, pero más me importan los perros, yo quiero que los muevan de aquí, pero no sé si va a ser peor, porque no tienen dinero y no sé donde los van a meter; me ha dicho Paco que va a alquilar una nave y los va a meter ahí, pero son perros especiales y no pueden estar juntos porque se atacan», explica Estefanía, que incluso ha pedido a Paco Rivas quedarse con alguno de los animales, «pero se ha negado».

«Le hemos dicho que nosotros le ayudamos a colocar los perros, que lo colgamos en la web para ver si hay algún particular o asociación que quiera hacerse cargo de ellos, pero tampoco quiere», apostilla la propietaria de Fanycan.

¿Y qué dice Paco Rivas de todo esto? Nada. Textualmente, pues ayer coincidió con este periódico en el centro canino y declinó hacer declaraciones. «Preguntadle a ella», se limitó a comentar refiriéndose a Estefanía, que en su mano tenía un documento confeccionado por su abogada que el presidente del Grupo de Especialistas Bomberos de Castilla y León no firmó y en el que figuraba una cláusula en la que se pedía a Paco Rivas que, «dada la situación actual de impago por los servicios prestados y de necesidad de proteger y asegurar el bienestar de los perros», como depositario de los animales conceda a Fanycan «la total disponibilidad de los mismos con fines de búsqueda de nuevos dueños para los referidos animales», ello sin perjuicio de que Paco Rivas «quede exento, como responsable de la unidad canina de Gebocyl, de abonar la cantidad pendiente y reclamada hasta el momento de la cesión de dichos animales a sus nuevos dueños».

O sea, 18.000 euros, y lo que te rondaré. «En noviembre de 2007, Paco Rivas se puso en contacto con nosotros para que cuidásemos de los perros de rescate. Acordamos un precio más bajo de lo habitual, pues le cobramos 110 euros al mes por cada perro, cuando la cuota diaria que tenemos es de 9 euros, así que yo no me he lucrado con Gebocyl, he perdido dinero», hace hincapié Estefanía, que incide en cómo han llegado a tener en Fanycan hasta quince perros de Gebocyl, aunque ahora solo tienen ocho, «porque Paco Rivas se ha llevado tres a su casa hace poco».

«Llevo intentando solucionarlo desde hace un año para que no me genere más deudas. En el centro hay 33 plazas, y tengo que aprovechar el verano porque es cuando dejan aquí más animales, pero he tenido que decir que no a diez o quince personas durante esa época porque tengo perros gratis», comenta la propietaria de Fanycan, que afirma cómo en abril del año pasado «nos trajeron siete perros que se suponía que eran para la unidad canina de Ecuador, que vino a realizar aquí un curso con Paco en noviembre de 2010, pero solo se llevaron a uno, y como se suponía que los perros no eran para Gebocyl, nadie nos pagó los meses que estuvieron aquí antes del curso, aunque luego se les incluye en los perros de la unidad».

¿Y por qué no les paga Gebocyl? «En abril de 2011 nos dijeron que solo era un retraso de la subvención de la Junta, pero el próximo mes va a hacer un año que no cobramos y tenemos a ocho perros», comenta Estefanía Ibáñez, que añade que los perros «aunque cuidados, están en una situación de abandono, porque son muy activos y necesitan un entrenamiento riguroso si quieren que progresen en su trabajo».

«Nos han dicho por ahí que la Junta ya no les da la subvención por problemas que han tenido, pero a nosotros ni nos va ni nos viene, solo nos preocupamos por los perros», añaden en Fanycan.

'TURCO', EL HÉROE DE HAITI

La colaboración de la Diputación de Valladolid y de la realizadora austríaca afincada en Simancas Natalie J. Halla llevaron al escenario del Teatro Zorrilla en enero el documental 'Y también Gaelle', segundo documental de la técnica alpina que se presentó en la última edición de la Seminci y que fue rodado en Haití un año después del terremoto con los bomberos de Castilla y León que participaron en los rescates.

En el documental se cuentan tres historias fundamentales: la de pequeña Redjeson, de dos años; la de una chica sepultada en un supermercado, encontrada por los perros 'Turco' y 'Dopy', y la de la niña Gaelle, sobre la que terminó girando el documental.

Hace dos años, siete bomberos de Castilla y León viajaron a Haití como integrantes de la Unidad de Rescate movilizada por la Junta de Castilla y León para acudir en auxilio del país caribeño después del grave seísmo localizado en la capital, Puerto Príncipe. La unidad la componían dos bomberos del parque de la capital vallisoletana, uno más procedente de Palencia (Paco Rivas), y cuatro efectivos del parque de Tordesillas, junto a dos perros: 'Turco', el labrador amarillo de uno de los bomberos del parque de Tordesillas, y 'Dopy', el golden retriever de otro de los efectivos de ese parque.

'Turco' se convirtió en un héroe y se hizo mediático, famoso, pero hasta entonces era uno más de los perros que Fanycan tenía en sus instalaciones. «Cuando ocurrió el terremoto, vinieron a por 'Turco', que ahora vive con su guía pero que hasta enero de 2010 vivía en el centro, aunque salía para hacer las prácticas, y a por 'Dopy', que sí que vivía con su guía. Nosotros nos alegramos de que un trabajo que creíamos en equipo fuera útil en una catástrofe de esa índole, pero a medida que el 'boom' mediático de 'Turco' crecía, menos noticias de Gebocyl teníamos, y la atención del resto de los animales era casi inexistente. Nos preguntamos si no tienen otros muchos perros que podrían haber estado en Haití y que merecen su reconocimiento. No vamos a quitarle su mérito a 'Turco', pero cualquier otro perro bien preparado de Gebocyl podría haber realizado ese rescate con el mismo éxito», asegura Estefanía Ibáñez.

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