Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Cultura | soria

Los fondos del yacimiento prehistórico del valle de Ambrona se hacen un hueco en el museo Numantino

La sala da a conocer aspectos de los primeros pobladores holocenos que ocuparon el valle, tanto en su vertiente doméstica como funeraria

ICAL

Miércoles, 29 de febrero 2012, 18:19

El museo Numantino de la capital soriana alberga desde hoy una sala dedicada a la investigación realizada, a lo largo de 18 años, en el yacimiento prehistórico del valle de Ambrona, ubicado en la comarca de Medinaceli, en el extremo sureste de la provincia. La exposición permanente permite conocer las piezas halladas más relevantes de yacimientos como La Lámpara, La Revilla, El Abrigo de la Dehesa, La Tarayuela, La Peña de la Abuela, La Sima, El Alto III y La Mina. Las piezas expuestas abarcan una dilatada cronología, de 5.000 a 2.000 años atrás, y están complementadas con varias maquetas e información gráfica.

El director del equipo de investigación que ha desarrollado el Plan de actuación integral en el valle de Ambrona y profesor de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, Manuel Rojo, adelantó, que de momento, no continuará con la investigación de campo en este extenso yacimiento, al tiempo que recalcó que el proyecto no está muerto, ya que se continúa realizando análisis genéticos de los materiales hallados en anteriores prospecciones y divulgando estos hallazgos a través de publicaciones especializadas.

A pesar de que en el yacimiento arqueopaleontólogico de Ambrona finaliza una etapa, su máximo valedor aseguró que hoy, gracias a la apertura de una sala monográfica dedicada a uno de los yacimientos del Paleolítico Inferior más importante de Europa, se cumple el anhelo de todo investigador que pasa por exhibir los resultados a la colectividad.

Por su parte, el director del Museo Numantino, Elías Teres, calificó las piezas que se exhiben en la nueva sala de excepcionales, y precisó que vienen a cubrir un período- del neolítico al campaniforme- que no estaba abordado en la galería.

A pesar de que este verano no se realizarán excavaciones arqueológicas, Rojo no cierra la puerta a volver a investigar in situ en el valle de Ambrona. Es más, abogó porque una vez que se supere la recesión económica, las administraciones apuesten por la recuperación de las pinturas del abrigo de Carlos Álvarez ubicadas en la Dehesa de Miño de Medinaceli y a continuar con las prospecciones en otros yacimientos.

El profesor de la UVa fue el encargado de dirigir un plan de trabajo de investigación de 1995 a 2011 cuyo objetivo principal era el estudio de la introducción de rendimientos diferidos, agricultura y ganadería, en la economía del interior peninsular. Tras un intenso trabajo de prospección de una estrecha franja de terreno de unos 15 kilómetros de largo por 1,5 de ancho se localizaron 107 estaciones prehistóricas de distintas épocas, entre las que destacaban un importante conjunto de poblados del Neolítico Antiguo al aire libre (once ejemplos) y una treintena de estructuras tubulares que albergaban sepulcros colectivos. A partir de estas evidencias se planteó un programa de actuaciones arqueológicas que incidiese en el conocimiento de los primeros pobladores holocenos que ocuparon el valle, tanto en su vertiente doméstica como funeraria.

Resultados

Han sido numerosos los resultados de esta intensa investigación. Por un lado, se identificó la primera ocupación neolítica del valle como un proceso de colonización por parte de grupos que introdujeron la agricultura y ganadería desde zonas periféricas y muy probablemente a través del Valle del Ebro. Además se constataron los asentamientos al aire libre con estructuras monumentales (recintos) y campos de hoyos, como el yacimiento tipo de este momento.

Por otro lado, se constató la existencia de una secuencia funeraria a lo largo del Neolítico desde las tumbas individuales en fosa hacia el 5200 a.C., pasando por los monumentos megalíticos colectivos a lo largo del IV milenio (4200/3000 a.C), hasta los monumentos tubulares de enterramiento individual, hacia mediados del tercer milenio (2.500 a.C).

Finalmente, se descubrieron tipos especiales de tumbas colectivas como las tumbas calero o el Tholos que, según las dataciones radiocarbónicas, serían los ejemplares más antiguos de estos tipos en la Península Ibérica.

Entre los años 2001 y 2010, la Consejería de Cultura y Turismo invirtió 414.000 euros en las distintas campañas arqueológicas en este yacimiento del Paleolítico Inferior que ha quedado eclipsado por su vecino burgalés de Atapuerca.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Los fondos del yacimiento prehistórico del valle de Ambrona se hacen un hueco en el museo Numantino