Un huracán llamado Ávila arrasa al Tordesillas

El Tordesillas puso fin a su magnífica racha como local en la que había sumado trece de los últimos quince posibles en las Salinas, con una derrota ante un Real Ávila que se limitó a aprovechar los errores rojiblancos para llevarse los tres puntos y engancharse al tren de cabeza. El Tordesillas, por su parte, vuelve a mirar para abajo tras este tropiezo y agudiza su necesidad de sacar algo positivo en el duelo provincial contra el Íscar del próximo fin de semana si quiere alejar los fantasmas del descenso. Unos fantasmas que se les aparecieron bien pronto a los pupilos de Juan Andrés Martín en el choque de ayer. Especialmente a un desafortunado Barajas, a quien las dudas le impidieron llegar al balón antes de que Pito empujara el esférico a la red para inaugurar el marcador. Apenas habían pasado tres minutos y ya tocaba remar contra corriente. Una corriente que se tornó en torrente de agua siete minutos después tras una vertiginosa contra perfectamente llevada por Pito, que acabó en el primer gol de Emilio. Sin tiempo para achicar el agua, el naufragio tordesillano se consumó instantes después con el tercero del Ávila y segundo en la cuenta de Emilio, que aprovechó el regalo de su compañero Peña, aunque el mérito del tanto fue de Cabezudo, quién asistió a Peña con una gran técnica. Ahogado en sus propios errores, el Tordesillas intentó ver la luz tirando de la casta y calidad de su pareja atacante, Adalia y Jonathan. El primero avisó con un buen remate de cabeza que salió rozando el poste, y afinó la puntería con una falta directa mediado el primer tiempo con un misil tierra-aire que entró por la escuadra ante la mirada incrédula de Félix. Pero poco le duró la alegría a un Tordesillas que espoleado por el gol decidió adelantar filas, porque una nueva contra del Ávila le volvió a sumir en depresión; Toño hasta hace un mes jugador rojiblanco fue el encargado de anotar el 1-4. El partido estaba visto para sentencia, el Tordesillas estaba hundido, e Israel se encargó de dar la puntilla a los suyos al protestar al colegiado una falta. Al saque de la misma Pito falló la ocasión más clara del choque, al mandar a las nubes la ocasión más clara del encuentro y sin portero.

No echó de menos el Ávila ese tanto de Pito tras la reanudación, en la que solo existió el equipo visitante en el campo. Los pupilos de José Luis Diezma se dieron un auténtico festín ante la impotencia de un Tordesillas que se hundía cada vez un poco más con cada gol visitante. Peña, uno de lo más destacados del cuadro de Ávila fue el encargado de anotar el quinto en el minuto 55 tras una buena jugada colectiva de su equipo. Emilio, que minutos antes había desaprovechado una clara ocasión, consiguió el 1-6 mediado este segundo tiempo. La euforia visitante contagió a todos los jugadores y, muy especialmente, a su lateral Josito, que se sumó a la fiesta anotando el séptimo. Cuando ya todos, locales y visitantes, estaban esperando el pitido final para irse a los vestuarios, Emilio se encontró de nuevo solo ante el portero para certificar el definitivo 1-8 y cuarto gol de su cuenta particular.