Una veintena de miembros del Partido Antitaurino pide en Benavente la abolición de la fiesta del Toro Enmaromado

Una veintena de integrantes del Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (PACMA)-Partido Animalista procedentes de Valladolid pidieron hoy en la Plaza Mayor de Benavente (Zamora), la abolición del Toro Enmaromado ante más de treinta partidarios de la fiesta popular más importante de esta localidad del norte de la provincia.

A tres días de que Talador, astado de la ganadería Montalvo, haga su aparición por las calles de la localidad, los manifestantes, entre los que no había ninguno procedente de la provincia de Zamora, mostraron una pancarta en la que se podía leer Ninguna tradición por encima de la razón. Tauromaquia abolición y llevaban carteles con la leyenda No al Toro Enmaromado. No al maltrato animal. PACMA-Partido Animalista. Porque los animales importan. Es la primera vez que venimos a Benavente y, a partir de ahora, pretendemos que sea un acto tradicional. Por eso quisimos hacer algo simbólico, distinguiéndolo de lo que hacemos, por ejemplo, en Tordesillas, donde nos juntamos cientos de personas, explicó el delegado del PACMA en Valladolid, Ángel Nieto.

A su juicio, en este caso es mejor no avasallar y entrar de manera que los benaventanos se acostumbren poco a poco, y añadió que no se trata de algo contra la gente de Benavente, sino como un acto más contra la tauromaquia, ya que para este colectivo está igual de mal el Toro Enmaromado que una corrida de toros en Valladolid.

Todos somos iguales. ¿Te gustaría que te hicieran lo mismo?, rezaba el cartel que portaba una joven con la cabeza cubierta por una tela blanca y una cuerda anudada al cuello de la que tiraba otra manifestante, emulando la carrera del Toro Enmaromado, en la que un centenar de mozos llevan una maroma de 120 metros atada a los cuernos del astado. Esta imagen despertó la indignación de más de treinta jóvenes partidarios de la fiesta benaventana, que respondieron con el grito toro, toro, toro, típico del acto de pedida, que tuvo lugar el pasado día 2 de mayo en el mismo escenario, con el alcalde de la localidad, Saturnino Mañanes, como maestro de ceremonias. Yo soy benaventana y me gustan las fiestas del Toro Enmaromado, pero sin la carrera del toro. Me gustan las peñas, los encierros y los recortes pero no el sufrimiento del animal. Estoy en contra de que los maten en las plazas o en otro lugar de fiesta, afirmó, en declaraciones a la agencia Ical, Carmen, quien prefirió no facilitar su apellido.

Dispositivo de seguridad

La anécdota de la protesta radicó en el hecho de que en Benavente se dio cita una treintena de agentes de la Guardia Civil, tanto de León como de Zamora, es decir, más personal de seguridad que manifestantes propiamente dichos, en previsión de que hubiera algún tipo de enfrentamiento entre partidarios y detractores de la fiesta que, al final, se resolvió con pitidos por parte de los miembros de PACMA y gritos de toro, toro por los defensores de la fiesta popular. Es penoso que haya grupos de personas protaurinas que obliguen a llevar a cabo este despliegue de la Guardia Civil. Lo ideal sería que, al estar en un país democrático, nos pudiéramos manifestar sin Guardia Civil delante, criticó Nieto.

Igualmente, como en otras ocasiones, hay grupos violentos, motivo por el que los manifestantes prefirieron pedir protección, por lo que pidieron autorización a la Subdelegación del Gobierno, que pensó que era mejor que estuviera aquí la Guardia Civil.

La organización política propugna que los toros deben vivir libremente en reservas creadas para ellos, como se hace con los linces ibéricos, según explicó el delegado del partido en Valladolid. Aún aceptando que el toro sirva de entretenimiento, que no lo aceptamos, el recorrido del Toro Enmaromado debería terminar en una reserva, no en el matadero. Algún benaventano nos ha dicho que está de acuerdo con nosotros, pero que no se atreve a expresar su opinión, destacó.

Después de leer un comunicado en defensa de los animales, en el que se criticó el trato al Toro Enmaromado, se estableció un diálogo en el que los partidarios de la fiesta decían toro y los miembros de PACMA gritaban vivo. En medio de la Plaza Mayor, cinco guardias civiles permanecían apostados para evitar cualquier posible enfrentamiento. Es una protesta insignificante, ridícula y falta de respeto. Se manifiestan cinco que saben hacer mucho ruido y no deberíamos hacerles caso, dijo a Ical Francisco Salagre, presentado como benaventano. No hay ningún tipo de maltrato al animal. Es más, el recibimiento del toro en Benavente equivale al de una autoridad. Gracias a esta fiestas sobreviven estos animales, que solo podrían verse en un zoo en otro caso, anotó.

La concentración, que comenzó a las 11.15 horas, terminó antes del mediodía con los partidarios invitando a los visitantes a volver a Valladolid y con pitidos de los manifestantes, una de las cuales aseguró: Volveremos.