

Secciones
Servicios
Destacamos
LUIS ANTONIO CURIEL
Martes, 26 de enero 2010, 01:52
Cevico Navero se vistió de gala el pasado fin de semana para celebrar las fiestas de la Virgen de la Paz. Una tradición que se ha transmitido de generación en generación durante siglos, cuando los ceviqueños decidieron cambiar el nombre de su iglesia dedicada a Santa María por la advocación de Nuestra Señora de la Paz.
Los actos festivos comenzaron el sábado con la verbena Trío Oro, aunque el día grande para los ceviqueños fue el domingo, una jornada que comenzó con los pasacalles de los Dulzaineros de Aranda. El momento central fue la celebración religiosa, con la procesión y la misa. Durante una hora, los ceviqueños danzaron en una procesión solemne que recorrió las principales calles de la localidad.
Uno de los rasgos más característicos de la procesión son las numerosas paradas para danzar ante la imagen mariana. Además, los ceviqueños también bailan hacia atrás mientras la procesión avanza hacia la iglesia. «Esta tradición viene de los quintos, que eran los protagonistas de las danzas. Pero al desaparecer varias quintas, se permitió a todos los vecinos vivir un momento tan especial como las danzas en honor a la patrona», explica el alcalde, Pablo Calvo.
Después de la procesión, los ceviqueños celebraron la eucaristía presidida por Carlos Rodríguez, párroco de la localidad, que instó a los vecinos a vivir el don de la paz. La misa fue armonizada por la charanga local Los Mejores y por el coro parroquial.
Junto a los representantes municipales y de la Guardia Civil asistió el diputado de Promoción Económica, Jesús Tapia; la secretaria de la Junta, Silvia Aneas, representantes de la Fundación Siro y los alcaldes de Hérmedes, Vertavillo y Baltanás, entre otros.
Los actos festivos continuaron durante toda la jornada. Después de la misa, todos los vecinos disfrutaron de un aperitivo en las antiguas escuelas, en el que se dieron cita unas cuatrocientas personas.
La tarde también fue festiva, con la actuación del Trío Musical Oro y una chocolatada para todos los vecinos. «Son unas celebraciones muy especiales para los ceviqueños, pues son las fiestas del invierno. Estos días te permiten reencontrarte con tus raíces y con tu propia historia. De hecho, hay muchos vecinos que no residen en Cevico, pero se las ingenian para pasar esta fiesta en la localidad», explicó también Pablo Calvo, alcalde de la localidad.
Los actos en honor a la Virgen de la Paz terminaron ayer con una misa en memoria de los fallecidos este año. Fue una celebración muy emotiva que puso el broche de oro a tres días de fiesta. Han sido unas jornadas marcadas por la alegría y la hospitalidad de los ceviqueños.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.