Secciones
Servicios
Destacamos
EL NORTE
Lunes, 20 de julio 2009, 02:51
El hambre de los buitres, ave muy presente en Castilla y León, puede tener los días contados después de que la Unión Europea haya dado luz verde a un nuevo reglamento, que establece una excepción a la actual prohibición de abandonar animales muertos en el campo, base de la alimentación de las aves carroñeras.
A raíz de la crisis de las vacas locas, la Comisión Europea aprobó en el 2002 el reglamento 1774/2002, que regulaba el destino de los subproductos animales no dirigidos al consumo humano, entre ellos, los restos de ganado muerto. Esta normativa supuso un cambio en la gestión ganadera, ya que obligaba a recoger e incinerar los restos de ganado que mueren tanto de forma natural, como por accidente o enfermedad, lo que poco a poco trajo consigo una disminución de alimentos para las aves necrófagas, según explicó a Efe Ana Íñigo, de SEO/BirdLife.
La prohibición de abandonar animales muertos ha tenido una incidencia especial en España, que concentra aproximadamente un 90% de las aves carroñeras de toda la Unión Europea. Entre los efectos de la escasez de comida destacan la disminución de la productividad observada en poblaciones donde se hace un seguimiento, la desaparición de colonias nidificantes y cambios en el comportamiento de las aves.
En el refugio de rapaces de Montejo (Hoces de Riaza, en Segovia) que gestiona WWF, se ha pasado de valores de productividad de la colonia superiores al 50% al 35% en los últimos tres o cuatro años, aseguró Luis Suárez, responsable de especies de esta organización ecologista. Los más amenazados no son tanto los buitres leonados, de los que hay 24.680 parejas, sino especies como el alimoche (1.500 parejas censadas en el 2008), el buitre negro (1.800) o el milano real.
Sin riesgo de contagios
En España, según Ana Íñigo, está demostrado que la cabaña caprina y ovina, suficiente para alimentar a todas las aves carroñeras del país, no está contagiada de la encefalopatía espongiforme bovina, por lo que, de momento, su ingesta por parte de las aves no supone un riesgo.
El nuevo reglamento, aprobado en el Pleno del Parlamento Europeo en mayo y a la espera de ser publicado, contempla una serie de excepciones para la alimentación de las aves necrófagas. Su entrada en vigor, una vez que los países adapten el reglamento a sus propias normativas, permitirá que, bajo determinadas condiciones y supuestos, puedan abandonarse en la naturaleza animales muertos, siempre en zonas con importante concentración de carroñeras. «Cualquier animal muerto en el campo donde hay carroñeras desaparece en cuestión de horas», por lo que lo es la forma más ecológica de alimentar a las aves necrófagas, según los ecologistas.
La organización conservacionista hizo una batalla de la modificación del reglamento y, junto a las presiones de otros grupos e incluso de la ex ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, consiguieron ser oídos en Europa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.