A sesenta minutos del título

Diez años y un mes después de la primera final, de su primer intento por llevar un trofeo continental a sus vitrinas, el BM Valladolid vuelve a tener la oportunidad de inscribir su nombre entre los mejores de Europa.

A partir de las 17.30 horas, los hombres de Juan Carlos Pastor disponen de sesenta minutos, de una eterna hora para remontar el gol de ventaja que el conjunto alemán del Nordhorn logró hace una semana en su cancha (31-30).

Y para ello, el técnico vallisoletano cuenta con todos los hombres de su plantilla dispuestos a hacer el último esfuerzo en el último partido de la temporada para conseguir el primer título europeo. Y no estarán solos. Un pabellón Pisuerga a rebosar, con cerca de 7.000 espectadores intentará con sus gritos de ánimo llevar al conjunto vallisoletano a la gloria que viene buscando desde hace más de una década y que hasta la fecha se le ha resistido de mi l y una manera.

Enfrente va a tener a un rival herido de gravedad económicamente, pero muy duro y concienciado de que esta es su única oportunidad de salvación como club. El triunfo alemán en su cancha por tan solo un gol fue celebrado por la hinchada germana como una gesta y ahora mantienen la ilusión y las ganas de volver a repetir la hazaña en el Pisuerga.

Rival superable

En la ida, el Nordhorn demostró que sabe perfectamente cómo debe jugar su balonmano. Tiene una defensa 6-0 poderosa, firme yc on muchas ayudas, donde el pivote rival siempre está especialmente vigilado. Además cuenta con hombres muy hábiles y rápidos como Sprem que saben leer perfectamente la jugada del rival y siempre está presto a cortar el balón para iniciar el contragolpe. Esta es quizás una de las características del juego del Nordhorn que los de Pastor deben intentar evitar. Cada pérdida de balón se traduce en un rapidísimo contragolpe.

En ataque los alemanes cuentan con dos poderosos lanzadores como son Przybecki y Weinhold. Sin lugar a dudas son las armas principales del conjunto alemán. Y cuando el lanzamiento se antoja complicado, siempre tienen el recurso del pase al pivote Stojkovic, un jugador muy fuerte pero que se mueve muy bien sobre la línea de los seis metros y tiene una gran habilidad en el lanzamiento.

El mayor problema del Nordhorn, como se puso de manifiesto en el partido de ida, es que llega al final del partido con muy poca gasolina. Cuenta con siete jugadores titulares más el portero suplente y el defensor sueco Karlsson. Es decir, apenas cuenta con relevos y al final del partido llegan un poco justos para hacer los balances.

Pero frente a este defecto, los alemanes saben como pocos aprovechar cualquier resquicio del rival para sacar tajada. Ya sea un balón dividido, una falta mal pitada, un cambio mal hecho, una pérdida de balón o un balance lento, cualquier error del Pevafersa lo pagará con un gol en sus redes.

En la portería el veterano Gentzel no estuvo especialmente afortunado, mientras que su compañero, el griego Katsigannis se defendió con más soltura.

Situaciones especiales

Juan Carlos Pastor ha preparado a conciencia las situaciones especiales, las superioridades e inferioridades que con toda seguridad se van a dar a lo largo del partido.

En la ida fueron precisamentelas inferioridades del equipo de Pastor las que dieron vida a un Nordhorn atascado en la segunda mitad. Por otra parte, las tres veces que el conjunto vallisoletano jugó en superioridad supo montar las jugadas pero no encontraron en el remate las redes rivales. Sin lugar a dudas la resolución efectiva de estas situaciones marcará el rumbo del partido y aquel rival que mejor saque provecho de ellas tendrá mucho ganado.

Otra de las mejoras que se prevén en el juego del Pevafersa es el aumento del ritmo de juego y su capacidad para sostenerlo durante los sesenta minutos. En la ida, en muchas ocasiones, los de Pastor confundieron tranquilidad con parsimonia, lo que obligaba a los colegiados a marcar el pasivo y ello provocaba la precipitación en el ataque. En la ida, los de Pastor demostraron que tienen tablas, potencial, calidad y muchas, muchas ganas e historia detrás de ellos como para alzarse con el triunfo y por supuesto con el ansiado título europeo. Solo les separan de ello 60 minutos de partido.