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MIGUEL A. PINDADO
Sábado, 2 de mayo 2009, 03:09
Tan sólo cuatro goles o nada menos que cuatro goles. Ese matiz es el que decidirá el pase a la final de la Recopa para el Pevafersa Valladolid. En otros momentos de la temporada, cuatro goles de desventaja serían una renta incluso fácilmente asequible para los hombres de Pastor. De hecho, el club ha sido capaz de remontar marcadores mucho más adversos en multitud de ocasiones a lo largo de su intensa trayectoria europea. Actualmente, tras los partidos consecutivos de Alcobendas, Portland, el de ida en Suiza y el del miércoles frente al Antequera, cuatro goles se antojan una desventaja complicada, muy complicada, aunque también asequible.
Y es que el estilo de juego del Pevafersa permite dar un revolcón a cualquier equipo, ganar a los supergrandes o arrollar a los más modestos. Lo hemos podido comprobar en algunos momentos de esta temporada. Así pues, la incógnita de la eliminatoria de esta tarde es saber si el Pevafersa que saltará a la cancha es el de «tan sólo cuatro goles de diferencia» o el de «nada menos que cuatro goles».
Sin sorpresas
El Amicitia no va ofrecer ninguna sorpresa en Huerta del Rey. Los suizos siguieron el guión que desveló Juan Carlos Pastor antes de comenzar la eliminatoria. Ellos tienen su forma de jugar, su esquema, sus hombres principales, y siguen su patrón sin desviarse un ápice. El central Schmid volverá a ser el auténtico cerebro, diseñador del juego y ejecutor. Es el que decide todas y cada una de las jugadas del equipo y cuando no encuentra compañeros él mismo se encarga de finalizar. Su aportación es imprescindible para el Amicitia y por tanto de la capacidad del Pevafersa para frenarle dependerá la marcha del partido.
En el partido de ida, los de Pastor sujetaron perfectamente al pivote Loke, a costa de dejar más espacios a los laterales Basic y Behrends; algo que podría quedar solucionado con una leve mejoría en la portería.
Soluciones
En el partido jugado hace una semana en Zurich, los de Pastor dejaron bien claro que conocen perfectamente lo que deben hacer para derrotar a los suizos. La única pega es que sólo lo explotaron en los primeros quince minutos.
Uno de los problemas en los que Pastor más ha insistido a lo largo de los pocos entrenamientos que ha podido hacer con el equipo han sido las situaciones especial, las inferioridades y superioridades. En Zurich el resultado en el marcador de ambas fue sencillamente deplorable para el conjunto vallisoletano. Ahí puede estar el quiz del partido. Evitar goles cuando el equipo está en superioridad es algo imprescindible, a la vez acertar con los lanzamientos en las jugadas ensayadas de ataque en esas situaciones.
Si además la defensa aumenta su rendimiento con la presencia de Asier, el pase a la final no se puede escapar de Huerta del Rey.
Así pues, el Pevafersa se encuentra a tan sólo sesenta minutos y cuatro goles de su sexta final europea. Todo un hito para un club que tan soólo lleva once temporadas en Europa.
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