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El Norte |
Viernes, 26 de diciembre 2008, 19:44
Los vecinos de Sanzoles han revivido hoy, como cada 26 de diciembre, la fiesta de El Zangarrón, declarada de interés turístico regional y que es una de las que abre el ciclo de mascaradas de invierno que se celebran en la provincia de Zamora.
Junto a El Zangarrón en la jornada de hoy también se han celebrado otras dos mascaradas en la provincia: la representación de La Filandorra en Ferreras de Arriba y el Tafarrón en Pozuelo de Tábara, según han informado a Efe fuentes de la Diputación de Zamora, que promociona las mascaradas de invierno de la provincia.
El Zangarrón es un estrafalario personaje que sale a las calles junto a los quintos de la localidad y que pide el aguinaldo a los vecinos. El disfraz consta de un traje de cuadros marrones y blancos, un mandil de colores vivos, una máscara negra con nariz roja y una peluca realizada con cintas de colores. Además, El Zangarrón porta un palo con tres vejigas que representan la fertilidad, una bolsa para guardar el aguinaldo y un cinturón del que cuelgan cencerros que anuncian su llegada.
La representación se inició a primera hora de la mañana, cuando los quintos fueron a buscar a su casa a El Zangarron, para luego recorrer las calles del pueblo pidiendo el aguinaldo y escenificar el denominado "baile del niño". Tras la misa en honor de San Esteban, se celebra una procesión con el santo por las calles del pueblo a la que precede El Zangarrón.
El origen de esta festividad, según la tradición, se remonta a una peste que hubo hace siglos en Sanzoles y que motivó que el párroco de la localidad sacara en procesión a San Esteban para que aplacara las consecuencias de la peste. Sin embargo, los vecinos, molestos con San Esteban porque la peste no cesaba, intentaron apedrear al santo, aunque entonces apareció un vecino disfrazado de El Zangarrón que atrajo la atención del resto de la población y evitó que apedrearan la imagen. Desde entonces, el 26 de diciembre se celebra esta mascarada que se caracteriza además por la denominada "comida del mutis", en la que los quintos deben comer juntos en silencio para evitar ser amonestados.
Por su parte, en Ferreras de Arriba es el personaje de La Filandorra el que pide el aguinaldo acompañada del diablo, el galán y la madama, mientras que en Pozuelo de Tábara es el Tafarrón el que pide la propina junto a los personajes de la madama, el alcalde mayor y el alcalde menor.
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