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S. ESCRIBANO
Jueves, 26 de junio 2008, 12:22
Los conductores que mañana por la tarde circulen entre Cuéllar y Valladolid estrenarán el primer tramo de la autovía que unirá la capital vallisoletana con Segovia, en el trazado que va de la villa cuellarana a la localidad de Viloria del Henar. Es el inicio del estreno de la mayor obra de infraestructuras que lleva a cabo la Junta de Castilla y León en este momento, que se irá poniendo al servicio de los ciudadanos de forma escalonada desde el viernes hasta el próximo otoño, y en la que coexisten labores de construcción (sobre todo en la provincia segoviana) con otras más avanzadas como la colocación de las barreras de seguridad de doble onda -evitan amputaciones a los motoristas-, la señalización o las pruebas de los sistemas que contarán los vehículos y los circuitos internos de televisión.
El tramo que va más avanzado es el que une Cuéllar con Valladolid, que estará en funcionamiento a finales de julio. El plazo de ejecución de las obras de desdoblamiento de esta parte de la carretera autonómica CL-601 vence el 26 de julio, dos años después de que se pusiera la primera piedra. La apertura al tráfico de los alrededor de 50 kilómetros de nueva autovía, con cuya concesión se hicieron las empresas Dragados y Concesiones de Infraestructura, Cyopsa Sisocia y Caja Duero será gradual. Hasta Viloria, desde mañana por la tarde. A partir de ahí, en función del avance de los remates de asfaltado, señalización y medidas de seguridad que se están llevando a cabo en sentido de Cuéllar a Valladolid, se irán poniendo en servicio tramos completos culminados -situados entre enlaces, que permiten intercambiar con facilidad la conducción de autovía a carretera convencional-. El último trozo de carretera desdoblada que se pondrá a disposición de los conductores será el que une Aldeamayor de San Martín con el cruce de la carretera de Las Maricas, donde termina ahora el acceso por autovía a Valladolid. Fuentes de la Consejería de Fomento que dirige Antonio Silván han destacado que toda la CL-601 será autovía desde Valladolid a Cuéllar a finales de julio y que la culminación del trazado hasta Segovia será una realidad a principios del otoño, en octubre.
También para esta segunda parte de la futura autovía autonómica, que se adjudicó a las empresas Sacyr, Itinere Infraestructuras, Construcciones y Contratas y Río de los Ausines, contemplan desde la Junta que se cumpla el calendario, aunque las obras están más 'verdes' y los desvíos son actualmente un calvario para cualquier conductor que circule entre Cuéllar y Segovia.
Mayor complejidad
Este segundo tramo, de mayor complejidad por contemplar tres viaductos sobre el Cega, el Pirón y el arroyo de Roda y no poderse utilizar en la autovía buena parte de la calzada de la carretera convencional -que sí servirá como uno de los carriles en el trazado entre la localidad cuellarana y Valladolid-, se planteó con 26 meses de plazo y no 24, con lo que la construcción deberá concluir a finales de septiembre.
Las fechas que manejan en Fomentos es que en octubre se pueda viajar entre Valladolid y Segovia sin encontrar coches de frente y que los tramos hacia Segovia que se vayan rematando antes de esa fecha final entren en funcionamiento a medida que se acaban. El primero de ellos es el que une, en la salida desde la capital del Acueducto, el cruce de la carretera que lleva a Aranda de Duero con la localidad de Roda de Eresma. Este tramo enterrará definitivamente en el limbo de los mapas de carreteras una de las partes más sinuosas de la CL-601, famosa tradicionalmente por las curvas que deparaba a los conductores principalmente a la altura de Roda de Eresma, en las inmediaciones de Carbonero el Mayor y por San Miguel del Arroyo.
Estas últimas, muy peligrosas en invierno porque unían al trazado sinuoso las placas de hielo perennes en los sombríos de la carretera.
Plazo «récord»
Desde que en verano del año 2003 el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, resucitara el viejo compromiso de Juan José Lucas de unir por autovía Valladolid con Segovia, hasta su puesta en servicio, habrán pasado cinco años. Desde la Consejería de Fomento destacan que el proyecto se ha culminado en «un tiempo récord», puesto que hace cinco años no había un solo documento técnico sobre esta infraestructura y en este lustro se ha concentrado una tramitación administrativa que incluye estudios informativos, declaraciones de impacto ambiental, periodos de alegaciones, anteproyectos, licitación y adjudicación de las concesiones y desarrollo de una obra que contempla 92 kilómetros de autovía.
Por esta carretera circulaban diariamente antes de empezar las obras (ahora muchos conductores van por Santa María a enlazar con la carretera de Olmedo) 5.000 vehículos en los tramos intermedios, que crecían hasta los 9.000 en las entradas a las dos ciudades.
La Valladolid-Segovia, que empezará a ser de utilidad para los conductores desde mañana, le ha servido al Partido Popular y a la Junta de Castilla y León desde que las máquinas empezaron a trabajar para contraponer su política de infraestructuras a la del Gobierno central, con las uniones de Valladolid con Soria y León por autovía aún en el listado de proyectos pendientes de José Luis Rodríguez Zapatero.
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